El 26 de Abril de 1977 abría sus puertas una legendaria discoteca bautizada como Studio 54. El lugar elegido fue el ex estudio 52 de radio y televisión de la cadena CBS, en Manhattan.
Y los "culpables" de esta romántica idea fueron el excéntrico y abiertamente homosexual Steve Rubell y su íntimo amigo, de perfil más bajo, Ian Schrager.
Esta sociedad tenía una discoteca en Queens y fue Carmen D'Alessio, la relacionista pública de Valentino, quien les sugirió trasladarla a Manhattan para crear un ambiente más chic en la ciudad de New York.
Cursadas miles de invitaciones, en la inauguración dijeron presente Mick Jagger y Bianca (en ese momento su pareja), Salvador Dalí, Liza Minnelli, Donald Trump, Debbie Harry (cantante de Blondie), Brooke Shields y un larguísimo etc.
Y también muchos quedaron afuera como Warren Beatty, Cher, Woody Allen, Frank Sinatra, porque el excéntrico Rubell, saliendo a la puerta abarrotada de gente, decidía al azar quién entraba y quién no a su club. Este sería el sello de Studio 54.
La idea de Rubell no era casual. Estaba convencido de que los extremos eran el camino a la perfección. Por eso buscaba un mix entre desconocidos con muy buena presencia y glamorosas celebridades. Pero en realidad la finalidad de este cóctel era más carnal que espiritual, ya que Rubell le ofrecía a sus clientes Vip un ambiente repleto de jóvenes desconocidos para que quedaran a salvo de los flashes fotográficos.
Esta disco representaba el paraíso de los excesos en su máxima expresión. Funcionaba en un viejo teatro con palcos que se hicieron muy conocidos por los encuentros sexuales y por el uso ilimitado de drogas. A tal punto que la pista de baile estaba decorada con una imagen de la Luna con cara de hombre, la cual inhalaba cocaína.
Rápidamente los famosos como Yves Saint Lauren, John Travolta, Grace Jones, Donna Summer, Alice Cooper, Al Pacino, Bette Davis, comenzaron a ser habitués de Studio 54. Era el lugar donde había que estar. Estaban todos los famosos, todos los contactos...estaban todos.
Esta fama permitió que Studio 54 facturara en su primer año nada más ni nada menos que 7 millones de dólares. Y también que la dupla Rubell-Schrager fueran detenidos por evasión de impuestos ( por algo así como 2 millones y medio de dólares).
Cuenta la leyenda que tras el allanamiento se encontraron detrás de las paredes grandes cantidades de dinero y de cocaína.
Pero había lugar para una fiesta de despedida que se la conoció como "El final de la Gomorra moderna", con mucho glamour como debía ser y con muchas celebridades también como Diana Ross, Ryan O'Neal, Jack Nicholson, Richard Gere y Silvester Stallone.
Es indudable que Studio 54 hubo sólo uno en donde los excesos encontraron su paraíso.
La emergente música disco le debe y mucho a esta discoteca. Por ejemplo Blondie, sumada a la movida disco, grabó su eterno clásico "Heart of Glass" en Studio 54.
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